En 1773, el relojero suizo Pierre Jaquet-Droz inventó su máquina más ambiciosa: el «Writer», un muñeco capaz de escribir por sí solo mediante un complejo modelo de programación.
Desde muy joven, Pierre Jaquet-Droz se interesó mucho por los entresijos de los mecanismos de la relojería, ya que pasaba horas desmontando relojes para descubrir cómo funcionaban.
La idea de inventar un mecanismo autónomo era ayudar a las personas. Al mismo tiempo, el «Escritor», el primer robot de la historia, podría ser de gran ayuda para quienes no sabían escribir.
En otras palabras, el relojero quería mejorar la vida de las personas con su invento.
Con la ayuda de su hijo Henri Louis Jaquet-Droz y un buen amigo, Jean-Frederic Leschot, Pierre pudo crear más de 6.000 componentes mecánicos personalizados para una máquina de escribir programable.
Más interesante
Esta máquina puede escribir con la pluma cualquier letra del alfabeto inglés que aparece en la rueda del mecanismo que hay detrás. Lo sorprendente es que este mecanismo, conocido como «Escritor», funciona por sí solo, incluso aplicando la tinta a la plumilla.
Otro detalle increíble es que al escribir, el dispositivo sigue la dirección de escritura con los ojos. Esto era algo único, nuevo y nunca antes visto.
El profesor Simon Schaffer realizó un documental en el que explica los detalles del mecanismo del que se puede definir como el primer robot de la historia.
Pierre Jaquet-Droz: el primer padre de la informática
Pierre Jaquet-Droz también fabricó otros robots similares, llamados «El Dibujante» y «El Músico», capaces de hacer lo que sus nombres indican mediante el mismo mecanismo que el del «Escritor». Algunos historiadores dicen que este inventor es el padre de la informática por los mecanismos que creó.
Cuando se presentaron las máquinas, el público no podía entender de qué se trataba. Algunos creían que eran simples marionetas, mientras que otros creían que los robots actuaban bajo la influencia de una fuerza casi sobrenatural.
Actualmente, los robots se encuentran en el Museo de Historia del Arte de Neuchâtel (Suiza). Al igual que Leonardo da Vinci o Nikola Tesla, Pierre Jaquet-Droz debe ser considerado como una de las personas que se adelantaron a su tiempo y ofrecieron novedades para las que el público no estaba preparado.
