Ahora, mientras lees este artículo, tus ojos trabajan a un ritmo increíble, y lo hacen en silencio, sin que te des cuenta. Pero pregúntate: ¿cuánto sabes sobre el ojo humano?
Los poetas dicen que los ojos son ventanas de nuestra alma y los médicos suelen considerarlos un espejo de la salud. Pero, más allá de estas apreciaciones, el ojo es un órgano capaz de realizar algunas cosas notables de las que muchos de nosotros no somos conscientes.
Por ejemplo, los ojos utilizan el 65% de la energía de nuestro cerebro, más que cualquier otra parte del cuerpo. Además, el iris tiene 256 caracteres únicos. Precisamente por eso se recurrió al uso del escaneo de retina por seguridad.
¡Aquí hay algunas cosas increíbles que no todos sabemos sobre los ojos!
El músculo del interior del ojo, responsable de la concentración, realiza hasta 1.000.000 de movimientos de coordinación cada día.
Todos sabemos que el corazón es el músculo más «trabajador» del cuerpo, pero los músculos de los ojos tampoco son inferiores.
Así, el músculo responsable de la concentración realiza hasta 1.000.000 de movimientos de coordinación al día.
Vemos con nuestro cerebro, no con nuestros ojos.
No vemos con nuestros ojos. Vemos con el cerebro. Básicamente la imagen se proyecta en la retina, allí se produce una reacción química, se produce una biocorriente que sale por el nervio óptico y lleva la información al cerebro. La información electrónica se procesa y transforma en una sensación visual y se proyecta frente a nosotros, dándonos la impresión de que estamos viendo de frente. De hecho, todo sucede en nuestra cabeza.
Hasta hace unos 10.000 años, todos los seres humanos tenían ojos marrones. Los ojos azules son un fenómeno más reciente, causado por una mutación genética, una señal de que los humanos aún se están desarrollando.
Originalmente, en el pasado, la gente tenía ojos marrones. Sin embargo, hace unos 10.000 años, algunas personas que vivían cerca del Mar Negro desarrollaron una mutación genética que provocó que sus ojos marrones se volvieran azules.
Sin embargo, un gen OCA2 condujo a la diversificación del color de ojos. La mutación de este gen afecta a la producción de melatonina, pigmento responsable del color de la piel, los ojos y el cabello.
¿Hasta dónde puede ver el ojo humano? Si la Tierra es plana, el ojo humano es lo suficientemente sensible como para ver la llama de una vela parpadeante a una distancia de 30 millas.
Aunque la superficie de la Tierra es curva a una distancia de 3 km (o 5 km), nuestra capacidad de ver se extiende mucho más allá de esta distancia. Si la Tierra fuera completamente plana, se podrían ver luces brillantes a cientos de kilómetros de distancia. En la oscuridad de la noche incluso se podía ver la llama de una vela ubicada a 30 millas de distancia.
La capacidad del ojo para percibir cosas lejanas depende de cuántas partículas de luz o fotones emite un objeto. Después de una extensa investigación, el investigador Selig Hecht descubrió que la absorción de 5 a 14 fotones, o equivalentemente, la activación de sólo 5 a 14 bastones, es suficiente para decirle al cerebro que estás viendo algo. El objeto más distante visible a simple vista es la galaxia de Andrómeda.
Todo ojo humano tiene un punto ciego
En su mayor parte, el ojo humano le da al cerebro una imagen precisa de lo que sucede en el mundo. Sin embargo, la visión humana también tiene sus limitaciones.
Por ejemplo, el ojo humano no puede distinguir entre luz polarizada y no polarizada, mientras que muchos cefalópodos y ciertas especies de aves sí pueden. Todo ojo humano tiene un punto ciego y, a veces, el cerebro tiene que llenar ese punto ciego.
Existe una prueba bastante sencilla que puede ayudarte a identificar el punto ciego en cada ojo. Para encontrar el punto ciego en el ojo derecho, cierre el ojo izquierdo, enfoque el ojo derecho en un solo punto y vea si algo desaparece de la línea de visión, aproximadamente 20 grados a la derecha. Ese es el punto ciego. Repita los pasos para el ojo izquierdo.
El ojo humano, un órgano increíble, puede distinguir unos 10 millones de colores diferentes
Básicamente, existen tres colores primarios (rojo, verde y azul) que forman millones de colores distintos.
Cada ojo tiene tres receptores, uno para cada color primario, que se encargan de crear la experiencia del color, estimulados en diferentes combinaciones. Esto se conoce como teoría tricromática de Young-Helmholtz. Por lo tanto, se deduce que quienes tienen conos defectuosos no pueden ver ciertos colores y se sabe que tienen deficiencia de color.
Si el ojo humano fuera una cámara digital, tendría una resolución equivalente a 576 megapíxeles
Sin embargo, el ojo no es como una cámara fotográfica, sino más bien como una cámara de vídeo. El ojo trabaja incansablemente, moviéndose rápidamente para poder actualizar continuamente la imagen que nuestro cerebro decodifica.
Más interesante
Dado que tenemos dos ojos, esta potencia también se multiplica por 2, lo que aumenta aún más la resolución y por tanto la cantidad de detalle que percibimos. Esto hace que nuestros ojos sean mejores que cualquier cámara digital porque el ojo más el cerebro ensamblan una imagen de mayor resolución de la que es posible debido a la cantidad de fotorreceptores en la retina. Esta resolución se estima en unos 576 megapíxeles.
La córnea del ojo humano es similar a la de los tiburones
Los investigadores optométricos están investigando la posibilidad de utilizar córneas de tiburón como sustituto de las córneas humanas en cirugías de trasplante, ya que las córneas de tiburón son similares a las nuestras.
Sólo el 2% de toda la población tiene ojos verdes
Sólo el 2% de la población mundial nace con ojos verdes, y las personas con ojos verdes son de ascendencia celta o germánica.
Un humano parpadea hasta 15.000 veces al día
Nuestros párpados son bastante rápidos, por lo que un parpadeo se produce en apenas un tercio de segundo. Aunque pueda parecer un movimiento involuntario inútil, el acto intermitente tiene la función de limpiar la superficie del ojo, siguiendo el principio de los limpiaparabrisas en el caso de un coche. Además, el parpadeo tiene la función de lubricar los ojos, distribuyendo el líquido lagrimal.
Según un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, no parpadeamos al azar, sino en momentos predecibles, como al final de una frase al leer o durante una pausa en el discurso de alguien. Esto llevó a los investigadores a creer que, además de la limpieza física, parpadear también promueve la limpieza mental, aumentando nuestra capacidad de concentración después de cada descanso
