El cohete Starship de SpaceX, el cohete más grande y potente del mundo, explotó unos cuatro minutos después de su lanzamiento. Lo bueno es que la explosión ocurrió a gran altura y no en la plataforma de lanzamiento.
El cohete no tripulado Starship fue el primer intento de SpaceX de lanzar su nave espacial equipada con el propulsor Super Heavy que necesita para alcanzar la órbita. La prueba, originalmente programada para el lunes, se retrasó unos días después de que los equipos descubrieron problemas con una válvula.
La prueba del jueves fue la primera vez que el Starship contó con el propulsor Super Heavy. El plan preveía que el propulsor se separara de la nave espacial unos minutos después del despegue. Pero esto no sucedió.
Desafortunadamente, los dos elementos del cohete no se separaron y el cohete comenzó a girar, explotar y luego caer al vacío. Una ventaja fue que el cohete se pudo lanzar, pero no se pudieron probar los motores ni se pudo comprobar si las dos etapas podían regresar con seguridad a los puntos previstos.
El plan era que después de la separación, la nave espacial continuaría hacia el este e intentaría rodear el mundo.
Muchas de las pruebas de gran altitud terminó en explosionesaunque una prueba que se lanzó en mayo de 2021 completó con éxito su misión y aterrizó sin explotar. Antes de esta prueba, todos los modelos de prueba SN Starship de gran altitud explotaron al aterrizar o poco después del aterrizaje.
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A pesar de la explosión, la tripulación consideró el lanzamiento un éxito. Musk dijo que su equipo «aprendió mucho de este lanzamiento».
El cohete Starship ha sido elegido por la agencia espacial estadounidense para la misión Artemis III a la luna en 2025, la primera vez que la humanidad regresará a la superficie lunar desde el final del programa Apolo en 1972.
De hecho, SpaceX planea utilizar Starship para enviar personas y carga a Marte.
