Incluso si estás sentado quieto ahora leyendo este texto, debes saber que te estás moviendo con la Tierra a una velocidad de aproximadamente 1.670 kilómetros por hora. Aunque el tiempo que tarda la Tierra en girar sobre su propio eje puede variar dependiendo de su ubicación en el planeta, la idea básica es que nuestro planeta gira a una velocidad muy alta.
Si nos manejamos bastante bien a casi 1.700 km/h sin darnos cuenta de este movimiento, ¿qué pasaría si aumentara la velocidad? ¿Qué pasaría si la Tierra girara dos veces más rápido, por ejemplo?
Cómo cambiarían las cosas si la Tierra girara más rápido
Primero, si nuestro planeta de repente comenzara a girar más rápido, los días se acortarían.
Para que sea más fácil de entender, imaginemos que la Tierra tuviera una velocidad de rotación de unos 3.300 kilómetros por hora. Así, las jornadas se reducirían a la mitad, pasando de 24 horas a apenas 12 horas. Además, este cambio en la velocidad de rotación tendría un impacto directo en el clima, las estaciones y eventos naturales como tifones y huracanes se harían mucho más fuertes.
El aumento de la velocidad de rotación tendría un impacto más significativo cerca del ecuador, donde se acumula la mayor parte del agua líquida del planeta debido a la fuerza centrífuga. Por lo tanto, los niveles de los océanos descenderían en los polos y aumentarían más en la región tropical, lo que llevaría al hundimiento de grandes partes de África, el suroeste de Asia y América del Sur. El aumento del nivel del agua también sumergiría partes de Europa.
Además, la zona más cercana al ecuador se volvería sumamente difícil para la vida humana: el clima sería extremo, con lluvias torrenciales, fuertes huracanes y visibilidad reducida por la aparición de una gran cantidad de niebla. Básicamente, esto dividiría la Tierra en dos regiones principales, dificultando mucho la interacción entre el norte y el sur.
¿Será posible que sobrevivamos si la Tierra comenzara a girar más rápido?
Aunque todo lo anterior suena apocalíptico, la realidad es que podríamos sobrevivir incluso si tuviéramos que lidiar con estas difíciles condiciones.
Por supuesto, los humanos se adaptarán a las nuevas condiciones, como lo han hecho durante miles de años. Desafortunadamente, no se puede decir lo mismo de las plantas o los animales. Ciertas especies de animales tienen hábitos muy específicos y pueden tener dificultades para adaptarse, con posibilidad de extinción.
