La hibernación no es un período ininterrumpido de somnolencia; Varias especies se despiertan periódicamente mientras pasan por este increíble proceso.
La vida y la Tierra no siempre están en armonía. Hay momentos en que los primeros deben encontrar medios de defensa contra los cambios que se están produciendo en la Tierra. Podemos poner varios ejemplos para hacernos una idea de ello, pero la acción de hibernar es sin duda el mejor ejemplo.
¿Qué es la hibernación?
La hibernación es principalmente un proceso natural. Sirve como una especie de mecanismo de defensa contra las condiciones adversas que acompañan a la estación fría.
Biológicamente, la hibernación se interpreta como un período en el que se produce una gran reducción de la actividad metabólica y de la temperatura corporal, como señala la Británica.
Contrariamente a la creencia popular, la hibernación no es un sueño prolongado e ininterrumpido. De hecho, muchos animales que hibernan se despiertan periódicamente. El animal entra en un estado en el que apenas tiene conciencia.
Lo que sí es cierto, según la Academia Australiana de Ciencias (AAS), es que al hibernar, el metabolismo de un animal se ralentiza considerablemente: el ritmo cardíaco baja, el animal respira más lentamente y su temperatura corporal baja.
La hibernación puede durar varios meses y los animales dependen de las reservas de grasa almacenadas para sobrevivir.
¿Para qué sirve la hibernación?
Esencialmente, algunas especies hibernan debido a la necesidad de su cuerpo de conservar energía durante los duros inviernos.
¿Qué animales hibernan?
Aunque cuando pensamos en la hibernación nos vienen a la mente los osos, muchos otros animales pasan por este proceso esencial para sobrevivir.
Los animales que hibernan incluyen pequeños mamíferos como ardillas, ratones y hámsteres. Los erizos, los murciélagos y algunos insectos, anfibios y reptiles también han desarrollado esta capacidad de hibernar.