Hace 8000 años, un artesano se sentó en su casa de adobe en lo que hoy es Turquía y frotó un trozo de obsidiana con sus manos, alisando la superficie con cuidado, puliendo la piedra hasta que comenzó a brillar bajo el ardiente sol, transformando así un trozo de roca volcánica en algo milagroso.
En este trozo de piedra negra, la gente podía ver su reflejo. Tomaron yeso blanco y lo aplicaron a un lado de este disco de piedra en forma de cono. Finalmente, esta piedra acabó en una tumba, junto a una mujer de una de las primeras sociedades agrícolas. Allí permaneció hasta que los arqueólogos lo encontraron en los años 1960.
Según el arqueólogo Ian Hodder, que supervisa el sitio arqueológico de Çatalhöyük en el centro de Turquía, se descubrieron «cinco o seis» espejos de obsidiana, todos ubicados en las esquinas noreste de tumbas de mujeres. «Son cosas hermosas», dice sobre los espejos neolíticos. El asentamiento se considera la primera ciudad establecida en el Cercano Oriente.
En realidad, nadie esperaba que existieran cosas como los espejos en aquellos primeros días. Estos son los primeros tipos de asentamientos después de que los humanos vivieran como cazadores y recolectores. En muchos sentidos, eran sociedades bastante simples, por lo que es extraño.
Con un nombre tomado del latín «mirari» – para admirar, el espejo puede estar hecho de piedra, metal, vidrio e incluso plástico. A lo largo de la historia, la gente ha fabricado espejos con diferentes materiales, con distintos grados de eficacia. Algunos se utilizaban como objetos ceremoniales, otros se utilizaban para ahuyentar a los malos espíritus y otros se utilizaban por el simple placer de examinar el rostro.
¡Aquí hay más detalles sobre la historia de los espejos!
Antigüedades: Espejos de piedra y metal
Antes de los espejos, la gente miraba los ríos, estanques o manantiales para ver su reflejo. Los primeros espejos utilizados por el hombre estaban hechos de piedras o metales pulidos hasta obtener una superficie reflectante, como cobre, plomo, bronce o estaño.
Estos «espejos» reflejaban muy poco y muchas veces había que pulirlos con frecuencia.
Los mayas, chinos, egipcios, romanos, mesopotámicos y muchas otras culturas los fabricaron y utilizaron. Sin embargo, eran artículos de lujo que sólo la clase dominante podía permitirse.
La Edad Media y el Renacimiento
Los europeos adinerados utilizan espejos de cristal desde la Edad Media. Se produjeron por primera vez en el siglo III d.C. El vidrio no era reflectante, por lo que se colocó una lámina de metal en la superficie posterior. Sin embargo, la superficie no era plana y cada espejo era único. Como resultado, el cristal mostró una versión distorsionada del reflejo de una persona. La técnica del soplado de vidrio también permitió crear espejos convexos.
Durante el Renacimiento, los fabricantes europeos inventaron un nuevo método: recubrir el espejo de cristal con una mezcla de estaño y mercurio. A partir de ese momento, este objeto ganó popularidad en la sociedad, sin dejar de estar asociado a la riqueza.
Más interesante
A medida que se fue perfeccionando la técnica, se produjeron espejos de grandes superficies. En el siglo XVI, Venecia era famosa por sus técnicas de fabricación de vidrio. Sin embargo, se pueden encontrar espejos en muchas partes del mundo.
Los espejos se hicieron más variados, pero siguieron siendo un privilegio de los ricos. Durante la época de Luis XIV, los espejos eran aún más exclusivos. Popularizó el marco dorado y ricamente tallado al estilo francés, y durante este período los espejos formaban parte de la decoración de las residencias reales y aristocráticas.
El más famoso de ellos es, por supuesto, el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles.
El espejo moderno
En 1835, el químico alemán Justus Von Liebig inventó el espejo que conocemos hoy. Al vidrio le añadió una capa de nitrato de plata, aunque hoy en día también se puede utilizar aluminio. Esta técnica era mucho menos tóxica que la anterior. A partir de ese momento, los espejos se produjeron en masa y comenzaron a aparecer en muchos hogares. Durante mucho tiempo habían sido muy caras, pero ahora eran accesibles a la gente común. Los espejos se hicieron cada vez más populares en el siglo XX.
Hoy en día, los espejos son omnipresentes en nuestras vidas. Los usamos para una variedad de propósitos, desde decorar nuestros hogares hasta ayudarnos a cuidarnos. Los espejos también se utilizan en numerosas industrias, desde la médica hasta la aeroespacial. La historia de los espejos es interesante y fascinante saber cómo ha evolucionado su desarrollo desde la antigüedad hasta la era moderna.
Todo empezó hace miles de años. Esto prueba que el hombre siempre ha sentido la necesidad de verse a sí mismo, de ver cómo es.
