Vivimos en un mundo muy ocupado, en constante movimiento y ruidoso. De hecho, a veces todas estas cosas tienen su propia magia, pero el silencio es extremadamente importante para la salud de nuestro cerebro.
La Organización Mundial de la Salud publicó un informe calificando el ruido como una plaga moderna. El informe afirma que existe «evidencia abrumadora de que la exposición al ruido es perjudicial para la salud humana».
La tecnología moderna nos bombardea constantemente con sonidos. Las fuentes de ruido en el hogar son televisores, computadoras, tabletas, teléfonos, aires acondicionados y más. En la calle se oyen bocinas de coche, martillos neumáticos y sirenas de coches de policía o de ambulancia. Básicamente, a algunas personas les duele la cabeza sólo de pensar en todas estas cosas.
En un estudio de 2013 publicado en la revista Brain, Structure and Function, los científicos realizaron varias pruebas en ratones de laboratorio, exponiéndolos a diferentes tipos de ruido y silencio. Los resultados del estudio fueron sorprendentes. Los ratones que se sometieron a una «sesión tranquila» diaria de dos horas produjeron nuevas células del hipocampo. El hipocampo es responsable de la memoria, las emociones y el aprendizaje.
Los científicos implicados en el estudio afirman que se trata de neuronas totalmente funcionales cuya función es mejorar la salud mental.
En resumen, el silencio puede curar el daño cerebral. No sólo favorece la regeneración de las células cerebrales, sino que también alivia el estrés y la tensión.
¿Alguna vez has estado tan enojado que te ha costado mucho calmarte?
En tales situaciones, tan pronto como das un paseo por un lugar tranquilo o te duchas en silencio, parece que inmediatamente empiezas a sentirte mejor. Hay una razón para esto. Por ejemplo, en un estudio, los investigadores concluyeron que los niveles elevados de ruido en las unidades de cuidados intensivos neonatales provocan presión arterial alta en los niños, aumento de la frecuencia cardíaca y el desarrollo de problemas para dormir.
Más interesante
Otro estudio, publicado en 2006 en la revista Heart, encontró que dos minutos de silencio eran más relajantes que escuchar música «relajante».
Por lo tanto, no es de extrañar que cada vez más personas aprecien los momentos de tranquilidad y sean más productivas en un ambiente tranquilo que cuando están en un ambiente ruidoso.
El silencio ofrece oportunidades para la autorreflexión y la ensoñación, lo que activa varias partes del cerebro. Nos da tiempo para reducir el ruido interno y aumentar nuestra conciencia de lo que más importa. Y cultiva la atención plena: reconocer y apreciar el momento presente.
Si aprendes a disfrutar de los momentos de silencio, tendrás más paciencia en los problemas diarios, te conocerás mucho mejor a ti mismo y apreciarás aún más todo lo que significa tu vida.
