El Coliseo de Roma es una joya arquitectónica del mundo antiguo que acuden turistas de todo el mundo para ver. Desafortunadamente, con el paso del tiempo, el Coliseo ha perdido parte de su antigua belleza. Pero aun así, las ruinas que podemos admirar hoy siguen siendo sorprendentes.
De hecho, no sólo su historia, sino también su diseño sorprende a los turistas, pero aún más misteriosos son los agujeros en sus enormes paredes.
Según la leyenda, los agujeros del Coliseo fueron hechos por bárbaros germánicos que intentaron destruir el anfiteatro romano con pólvora, aunque en aquella época no existía en Europa. La verdad es, sin embargo, diferente.
Historia del Coliseo
La construcción del Coliseo comenzó en el año 72 d.C. bajo el liderazgo del emperador Vespasiano. Se completó ocho años después, en el año 80 d. C., durante el reinado del emperador Tito. Este anfiteatro ovalado fue el más grande jamás construido y tenía capacidad para más de 50.000 espectadores. Se utilizó no sólo para las infames luchas de gladiadores, sino también para recreaciones de batallas, dramas mitológicos y ejecuciones.
Los arquitectos antiguos construyeron esta asombrosa estructura en el lugar de un lago, que primero tuvo que ser drenado. La estructura tuvo que diseñarse de manera que pudiera soportar su propio peso. Para ello se utilizó un sistema de abrazaderas de hierro entre los pesados ladrillos para fijarlos entre sí y eliminar el uso de mortero. Se sabe que en la construcción del edificio se utilizaron unas tres toneladas de hierro.
Todo fue calculado con envidiable precisión. Incluso los asientos han sido diseñados para instalarse en un ángulo especial.
La estructura empezó a deteriorarse con la llegada de los bárbaros. En aquellos días, el estadio no recibió los cuidados necesarios y estuvo simplemente abandonado durante mucho tiempo. Más tarde fue utilizado como fortaleza por la nobleza romana y en el siglo XIV el anfiteatro sufrió daños aún más graves por un terremoto. Durante este tiempo, la parte sur del edificio sufrió daños considerables.
Más interesante
Después de la caída de Roma, los cierres metálicos se volvieron muy apreciados. Además, en el siglo XVI se tomaron muchas piedras y mármoles decorativos del anfiteatro para la construcción de la Basílica de San Pedro y otras estructuras. Aunque la asombrosa construcción fue dañada por los terremotos, el Coliseo de Roma se vio afectado principalmente porque la gente reutilizó sus materiales para la construcción de otros edificios.
Por supuesto, más tarde se intentó reparar el monumento. Sin embargo, incluso después de los trabajos de reparación, las paredes de la estructura todavía están cubiertas de múltiples agujeros.
Algunos afirman que los agujeros fueron hechos con armas después de una pelea, pero esto es sólo una teoría.
