El científico imaginó un mundo en el que sería posible anular las distancias con la ayuda de un objeto que se pueda llevar en el bolsillo: releídas hoy, sus palabras parecen extrañamente proféticas.
El trabajo de Nikola Tesla, uno de los más grandes científicos de todos los tiempos, padre del estudio del electromagnetismo y «mago de la electricidad», se considera pionero en muchos sentidos.
Pero el desafortunado inventor, que fue privado repetidamente de sus méritos científicos, probablemente también previó algo que nos concierne muy de cerca. En una entrevista con el periodista estadounidense John B. Kennedy en 1926, habló de un dispositivo que tiene un parecido sorprendente con el teléfono inteligente actual. Aquí está el extracto, tomado de Time: “Cuando la tecnología inalámbrica se aplique perfectamente, toda la Tierra se transformará en un cerebro gigante, que realmente es, siendo todas las cosas partículas de un todo real y rítmico.
Podremos comunicarnos entre nosotros al instante, sin importar la distancia. No sólo eso, sino que mediante la televisión y el teléfono nos veremos y oiremos tan perfectamente como si estuviéramos cara a cara, a pesar de las distancias de miles de kilómetros; y las herramientas con las que podremos hacer esto serán sorprendentemente simples en comparación con nuestros teléfonos actuales. Un hombre podrá llevar un dispositivo de este tipo en el bolsillo de su chaleco».
Estas palabras, releídas hoy, parecen anticipar no sólo la llegada de los smartphones, sino también la de Internet, Skype, FaceTime y todas las tecnologías con las que podemos reducir a cero la distancia entre nosotros y nuestros seres queridos.
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En la misma entrevista, Tesla también habló sobre el futuro de la condición femenina, utilizando palabras extremadamente proféticas: “Esta batalla por la igualdad de género conducirá a un nuevo orden, en el que las mujeres serán superiores. No es en la imitación física de los hombres donde las mujeres demostrarán primero su igualdad y luego su superioridad, sino en el despertar del intelecto femenino.»
Palabras que demuestran, una vez más, el espíritu visionario del célebre inventor, citado como fuente de inspiración por algunos de los empresarios actuales, como Elon Musk (que también tomó prestado el nombre de su empresa automovilística de Tesla) o el cofundador de Google, Larry Page
