El Aeropuerto Internacional de Narita, ubicado en la ciudad de Narita, Prefectura de Chiba, Japón, es uno de los aeropuertos más transitados del país. Sin embargo, en medio del bullicio de este vibrante lugar, hay un detalle inesperado: una granja.
Sin embargo, la presencia de una granja justo entre las calles de rodaje no se debe a un defecto de diseño del aeropuerto. De hecho, está allí porque el granjero propietario se negó a mudarse cuando se construyó el aeropuerto, lo que provocó un conflicto prolongado. En resumen, el hombre no quería vender el trabajo de su vida.
A pesar de las objeciones de los residentes locales, incluidos los partidos unidos bajo el movimiento de Lucha de Sanrizuka, el aeropuerto de Toyko Narita se construyó en terrenos de antiguas aldeas agrícolas. Aunque inicialmente las tierras se adquirieron de propietarios dispuestos, el gobierno japonés comenzó a expropiar propiedades en 1971.
La construcción del aeropuerto provocó numerosos conflictos, que provocaron numerosas detenciones y muertes. Quienes se oponían a este proyecto organizaron protestas y construyeron varias estructuras, barricadas y torres de observación en terrenos agrícolas para detener los trabajos de construcción.
En 1972, erigieron una torre de 60 metros al final de la pista principal para interrumpir los vuelos de prueba. No fue hasta 1977, apenas un año antes de la prevista apertura del aeropuerto, que el gobierno japonés pudo hacerse con el control del área y demoler la torre. Desde su inauguración en 1978, se han llevado a cabo más de 500 acciones de destrucción contra el aeropuerto de Narita.
En su aldea sólo vive el granjero Takao Shito, aunque le ofrecieron más de un millón de dólares para que abandonara su granja. En cambio, optó por ejercer su derecho legal de obligar a las autoridades del aeropuerto a construir alrededor de sus tierras de cultivo.
Takao Shito, cuya granja está situada justo en el centro del aeropuerto, cultiva hasta 10 tipos de hortalizas a la vez, como ajo, cebolletas y zanahorias. Lo ayudan 10 voluntarios, algunos de los cuales son ex manifestantes.
A pesar de su situación, el granjero está decidido a no abandonar su granja y le dice a la BBC: “No me interesa el dinero. Quiero seguir cultivando».
La familia de Takao Shito lleva más de 100 años cultivando hortalizas en la misma granja. Su abuelo era agricultor, al igual que su padre, y él ha seguido con razón sus pasos, aunque las cosas sean «un poco» diferentes de lo que eran para sus antepasados.
En aquel entonces, la granja Shito formaba parte de un pueblo de unas 30 familias rodeada de campos abiertos, mientras que hoy se encuentra sola en medio del aeropuerto de Narita, el segundo aeropuerto más grande de Japón. Además, la única forma de llegar y salir de la granja es a través de túneles subterráneos.
La ley japonesa establece que nadie puede ser obligado a renunciar a su propiedad y parece que este derecho todavía se respeta incluso en las circunstancias más extraordinarias.
Y la situación es ciertamente difícil. Al trabajar tan cerca de la zona donde se realizan numerosos vuelos diarios, Shito no suele tener momentos de paz y tranquilidad.
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A pesar de los continuos esfuerzos de los funcionarios del aeropuerto para evacuarlo, Shito se mantiene firme y decidido, y ocasionalmente choca con el personal de seguridad del aeropuerto.
Lamentablemente, a finales de 2022, la Corte Suprema falló a favor de Narita International Airport Corp y ordenó al agricultor que abandonara la tierra. Su lucha se ha convertido en un símbolo de los derechos civiles, y cientos de voluntarios y activistas se han manifestado para apoyarlo a lo largo de los años, incluso en febrero de 2023, cuando decenas de policías intentaron desalojar a Takao Shito.
