El Anfiteatro Flavio, más conocido como Coliseo, es uno de los monumentos arquitectónicos más espectaculares del mundo antiguo. Construido en el siglo I d. C., se recuerda principalmente como el lugar donde se celebraban espectáculos de gladiadores, animales salvajes y más, muchos de ellos sangrientos.
Dada su historia, no es de extrañar que se considere una maravilla arquitectónica.
Después de que Vespasiano se convirtiera en emperador romano en el año 69 d. C., la dinastía Flavia, que incluía a sus hijos Tito y Domiciano, lanzó un vasto programa de construcción para restaurar Roma, que había sido devastada por incendios, plagas y guerras civiles.
Durante su reinado de 27 años, la dinastía Flavia renovó edificios, estatuas y monumentos por toda la ciudad. En el año 72 d.C., Vespasiano ordenó la construcción de un nuevo anfiteatro en el centro de la ciudad, financiado con el botín obtenido del asedio romano de Jerusalén durante la Primera Guerra Judeo-Romana. El Coliseo, inaugurado en el año 80 d. C., sirvió como símbolo político del renacimiento de la ciudad.
También fue una maravilla arquitectónica y de ingeniería, el anfiteatro permanente más grande y complejo del mundo antiguo. Hecho principalmente de hormigón, 3,5 millones de metros cúbicos de travertino y cantidades similares de mármol, piedra y madera, el Coliseo –de 55 metros de altura– tenía una capacidad estimada de entre 50.000 y 80.000 personas.
El Coliseo era parte de un complejo completo de edificios que Vespasiano y sus hijos ordenaron construir en toda Roma como parte de un programa más amplio para borrar la huella de su predecesor Nerón en la ciudad y restaurar Roma. En la inauguración del asombroso Coliseo, Tito presidió más de 100 días de juegos, que incluyeron peleas de gladiadores y otros espectáculos con animales.
El estatus social y la riqueza determinaron dónde se sentaba la gente en el Coliseo
Los constructores erigieron el Coliseo en el lugar de la finca de Nerón, la Domus Aurea, que tenía un lago artificial y una estatua de bronce de 29 metros de altura llamada «Coloso de Nerón» o «Coloso».
El enorme anfiteatro fue construido en el lugar de un lago artificial. Cuando Nerón se suicidó en el año 68 d. C., Vespasiano, uno de sus generales, llegó al poder después de una guerra civil. La construcción del Coliseo fue una manera inteligente para que la dinastía Flavia satisficiera los dictados de la rígida jerarquía social de la sociedad romana.
Nerón había hecho que su propiedad fuera accesible para todos, pero a los senadores no les gustó el hecho de que los plebeyos tuvieran acceso al centro de la ciudad. Pero al construir este enorme anfiteatro, Vespasiano y sus hijos preservaron esta zona como lugar de entretenimiento público y también la utilizaron para reforzar el orden social romano.
En el Coliseo, el estatus social y la riqueza determinaban dónde se sentaba la gente. Los mejores asientos, los más cercanos a la arena, estaban reservados para el emperador y la nobleza (senadores). Por encima de ellos se encontraba la orden ecuestre, antiguos miembros de la caballería que se habían convertido en comerciantes y artesanos. El orden ecuestre era inferior al orden senatorial. Luego, por encima de ellos, estaba la gente común, los romanos pobres y esclavizados.
Para facilitar el flujo ordenado de personas por toda la estructura, los constructores hicieron cuatro entradas para líderes políticos y religiosos y 76 para ciudadanos comunes y corrientes. Aunque los asientos se asignaban según el estatus social y la riqueza, la arquitectura elíptica del Coliseo brindaba a todos la oportunidad de ver lo que sucedía en la arena.
El anfiteatro permanente más grande y complejo del mundo antiguo
En la antigua Roma, la mayoría de los anfiteatros se construían como estructuras temporales de madera para juegos de gladiadores. El anfiteatro permanente más antiguo conocido, una estructura de piedra construida con capacidad para unos 20.000 espectadores, data del año 80 a.C. en Pompeya. Su gran diseño utiliza una impresionante variedad de columnas, arcos y bóvedas.
La mayor innovación del Coliseo fue el uso de hormigón, el famoso hormigón romano. Según los ingenieros contemporáneos, el Coliseo permaneció en pie después de 2.000 años gracias a sus sólidos cimientos de hormigón. Construir en una zona húmeda cerca del río Tíber, con malas condiciones de suelo, obligó a los constructores a cavar una base profunda y fuerte para que toda la estructura fuera estable y duradera.
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También presentó otras innovaciones, incluido un sofisticado sistema de drenaje utilizado para simular batallas navales. La compleja red de cámaras y túneles debajo del piso de la arena, llamada hipogeo, albergaba la utilería, los decorados y los participantes cuando no estaban en acción. Y el ingenioso sistema de escotillas, poleas y ascensores (manuales) facilitaron los espectaculares accesos al ruedo.
¿Quién construyó realmente el Coliseo y cómo se financió?
Aunque no se sabe cuánto costó construir el asombroso Coliseo en la antigüedad, muchos estudiosos creen que fue financiado en parte por el botín tomado por los soldados romanos durante el ataque del imperio al Templo en Jerusalén durante la primera guerra judío-romana que terminó en el año 70 d.C.
Según una teoría, el Coliseo fue construido por más de 100.000 esclavos judíos capturados durante el asedio de Jerusalén.
Pero esta teoría no está respaldada por una fuente antigua. Seguramente, en la construcción del impresionante monumento también intervinieron esclavos, pero no sabemos al 100% de dónde procedían ni cuántos eran.
Más allá de ser una maravilla arquitectónica, el Coliseo es también el hogar de todos los estadios deportivos modernos al aire libre. El uso de arcos para sostener la estructura, la forma elíptica del Coliseo y el sistema de organización utilizado para controlar la entrada y salida de personas en función de la ubicación de sus asientos son elementos básicos de todos los estadios modernos.
