Mientras que en algunas partes del mundo apenas se están construyendo carreteras, China cuenta con el puente más alto del mundo.
El puente Beipanjiang en el suroeste de China conecta dos provincias y se encuentra a 565 metros sobre el río Si Du. Tiene una longitud total de 1.341 metros y costó alrededor de 150 millones de dólares.
El puente es más que necesario en esta zona, sobre todo porque acorta el viaje entre Liupanshui (en la provincia de Guizhou) y Xuanwei (en la vecina provincia de Yunnan) de unas cinco horas a dos horas.
China se enorgullece de tales proyectos de infraestructura. Aquí también se construyó un ferrocarril de alta velocidad de más de 2.200 kilómetros de longitud. Este ferrocarril conecta la metrópoli de Shanghai con la ciudad de Kunming en el sur del país y fue construido en esa zona porque la ciudad de Kunming es un importante destino turístico.
El tiempo en el que se recorre la distancia de más de 2.200 kilómetros se ha reducido a un tercio, de 35 horas a 11 horas. China tiene la red de trenes de alta velocidad más extensa del mundo y prevé alcanzar los 45 mil kilómetros en 2030. Un plan imposible para muchos países del mundo, pero no para China.