De la variedad de cuerpos cósmicos, los que se presentan en este artículo son los que han tenido mayor popularidad en la ficción. Hay una buena razón para ello, ya que se sabe que uno de estos objetos cósmicos chocó contra la Tierra hace unos 66 millones de años y provocó la extinción de los dinosaurios.
Ahora bien, un asteroide y un cometa tienen similitudes, pero también son cuerpos cósmicos lo suficientemente diferentes como para ser considerados entidades distintas.
Los cometas y asteroides son restos de la formación del universo. Al igual que otros cuerpos, ambos cuerpos cósmicos se observan alrededor del Sol. Su trayectoria también se ve afectada por colisiones orbitales y fuerzas interestelares. Dicho esto, es hora de observar las diferencias entre un asteroide y un cometa.
Asteroide
Básicamente, los asteroides son trozos de roca espacial. Sus tamaños varían desde unos pocos metros hasta cientos de kilómetros de diámetro. Según la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), estos objetos cósmicos son más pequeños que los planetas pero más grandes que los meteoroides.
La mayoría de los asteroides del Sistema Solar se encuentran en una región llamada cinturón de asteroides, que se encuentra entre Marte y Júpiter. Se plantea la hipótesis de que esta zona del Universo podría estar formada por restos de planetas que se formaron en otras partes del sistema planetario.
Fuera del cinturón de asteroides, los cuerpos cósmicos mencionados anteriormente también se pueden observar en otras partes del sistema solar. Algunos de ellos, por ejemplo, orbitan alrededor del Sol en una trayectoria que los acerca a la Tierra.
Más interesante
El científico Ryan Park dijo a la NASA que los asteroides pueden tener forma redonda u oblonga e incluso tener sus propios satélites. Hasta la fecha se han detectado más de un millón de cuerpos cósmicos de este tipo, y 150 de ellos tienen satélites.
Cometa
Los cometas son objetos hechos de hielo y polvo. Debido a esta constitución, cuando estos cuerpos se acercan al Sol, debido a la trayectoria de su órbita, sus componentes se evaporan, creando así su característico rastro o “cola”.
Se cree que puede haber miles de millones de cometas en el sistema solar, pero los más brillantes se observan con poca frecuencia, una vez cada pocos años. A grandes rasgos, existe una clasificación de estos objetos, que los agrupa en cometas de período corto y cometas de período largo.
Los cometas de período corto tardan menos de 200 años en orbitar alrededor del Sol, y varios de ellos provienen del Cinturón de Kuiper, un anillo de cuerpos helados más allá de la órbita de Neptuno. De ellos, el más conocido es el cometa Halley, que aparece cada 75-76 años.
Según la NASA, los de período largo tardan miles o incluso millones de años en orbitar el Sol. La mayoría de estos provienen de la Nube de Oort, una enorme nube esférica que rodea el sistema planetario y se extiende hasta unos 3 años luz de distancia del sol. Por el contrario, los cometas de período largo son más difíciles de predecir, en términos de su aparición en el cielo nocturno, porque se han registrado pocos datos sobre ellos.
Así pues, la diferencia sustancial entre un asteroide y un cometa es la composición; Un asteroide está hecho de roca, mientras que un cometa está hecho de hielo y polvo interestelar. Además, los cometas tienen órbitas más elípticas u ovaladas. Y, por supuesto, no se puede ignorar que los dos objetos cósmicos provienen de lugares diferentes.
