Investigadores recuperan por primera vez el ARN de una especie extinguida, el Tigre de Tasmania

Daniel M Por Daniel M 5 minutos de lectura
Investigadores recuperan por primera vez el ARN de una especie extinguida, el Tigre de Tasmania

Un nuevo estudio muestra el aislamiento y secuenciación de moléculas de ARN de más de un siglo de antigüedad a partir de un espécimen de tigre de Tasmania conservado a temperatura ambiente en una colección de museo. El resultado fue la reconstrucción por primera vez de los transcriptomas de la piel y el músculo esquelético de una especie extinguida. Los investigadores señalan que sus hallazgos tienen implicaciones relevantes para los esfuerzos internacionales por resucitar especies extinguidas, entre ellas el tigre de Tasmania y el mamut lanudo, así como para el estudio de los virus de ARN pandémicos.

El tigre de Tasmania, también conocido como tilacino, era un extraordinario marsupial carnívoro que antaño se distribuía por todo el continente australiano y la isla de Tasmania. Esta extraordinaria especie encontró su fin definitivo tras la colonización europea, cuando fue declarada plaga agrícola y en 1888 se estableció una recompensa de 1 libra esterlina por cada animal adulto muerto. El último tigre de Tasmania vivo conocido murió en cautividad en 1936 en el zoológico de Beaumaris, en Hobart (Tasmania).

Los esfuerzos recientes para acabar con la extinción se han centrado en el tigre de Tasmania, ya que su hábitat natural en Tasmania aún se conserva en su mayor parte, y su reintroducción podría ayudar a recuperar los equilibrios ecosistémicos del pasado perdidos tras su desaparición definitiva. Sin embargo, reconstruir un tigre de Tasmania vivo y funcional no sólo requiere un conocimiento exhaustivo de su genoma (ADN), sino también de la dinámica de expresión génica específica de cada tejido y de cómo funcionaba la regulación génica, algo que sólo se consigue estudiando su transcriptoma (ARN).

Investigadores recuperan por primera vez el ARN de una especie extinguida, el Tigre de Tasmania
Espécimen de tigre de Tasmania utilizado en el estudio y conservado en desecación a temperatura ambiente en el Museo Nacional Sueco de Historia de Estocolmo» | Foto Emilio Mármol Sánchez y Panagiotis Kalogeropoulos

Resucitar al tigre de Tasmania o al mamut lanudo no es una tarea trivial, y requerirá un conocimiento profundo tanto del genoma como de la regulación del transcriptoma de tan renombradas especies, algo que sólo ahora empieza a desvelarse, afirma Emilio Mármol, autor principal de un estudio publicado recientemente en la revista Genome Research por investigadores de SciLifeLab en colaboración con el Centro de Paleogenética, una empresa conjunta del Museo Sueco de Historia Natural y la Universidad de Estocolmo.

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Moléculas de ARN recuperadas del tigre de Tasmania

Los investigadores responsables de este estudio han secuenciado, por primera vez, el transcriptoma de los tejidos de la piel y el músculo esquelético de un ejemplar de tigre de Tasmania desecado de 130 años de antigüedad conservado a temperatura ambiente en el Museo Sueco de Historia Natural de Estocolmo. Así se identificaron firmas de expresión génica específicas de cada tejido que se asemejan a las de mamíferos marsupiales y placentarios vivos actuales.

Los transcriptomas recuperados eran de tan buena calidad que fue posible identificar ARN codificantes de proteínas específicos de músculo y piel, y condujeron a la anotación de genes de ARN ribosómico y microARN desaparecidos, estos últimos siguiendo las recomendaciones de MirGeneDB.

Es la primera vez que vislumbramos la existencia de genes reguladores específicos de los tilacinos, como los microARN, que se extinguieron hace más de un siglo, afirma Marc R. Friedländer, profesor asociado del Departamento de Biociencias Moleculares del Instituto Wenner-Gren de la Universidad de Estocolmo y de SciLifeLab.

Este estudio pionero abre nuevas e interesantes oportunidades e implicaciones para explorar las vastas colecciones de especímenes y tejidos almacenados en museos de todo el mundo, donde las moléculas de ARN podrían esperar a ser descubiertas y secuenciadas.

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En el futuro, podremos recuperar ARN no sólo de animales extintos, sino también genomas de virus ARN como el SARS-CoV2 y sus precursores evolutivos de las pieles de murciélagos y otros organismos huéspedes conservados en colecciones de museos, afirma Love Dalén, catedrática de genómica evolutiva de la Universidad de Estocolmo y del Centro de Paleogenética.

Los autores del estudio afirman estar entusiasmados con los futuros avances de la investigación holística que integren tanto la genómica como la transcriptómica hacia una nueva era de la paleogenética más allá del ADN.

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Por Daniel M Redactor jefe
Emprendedor con amplia trayectoria en el mundo de los negocios online. Ha destacado por aprender en cada situación a mejorar y a ofrecer lo mejor de si mismo.
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